domingo, 12 de agosto de 2018

Mi ansiedad.

(Este post no tiene introducción porque siento que no la necesita)

Y otra vez estamos aquí. Frente a frente, tu y yo. Se que no me quieres abandonar al igual que se que yo algún día tendré el valor para dejarte ir lejos de mi.

Pensé que al volver por un fin de semana al pueblo donde nací y crecí me sentiría en paz o ''como en casa'' porque siendo sincera hace ya tiempo que NO siento que esté en casa y parece que la vuelta ha causado todo lo contrario y ahora necesito gritarlo pero como no puedo, lo escribo.

Te has convertido en mi compañera de vida..
Se que tenemos rachas mejores y otras peores al igual que en la vida hay puntos más altos y puntos más bajos.
Quizás, es obligatorio seguir este ciclo.

Son muchas las cosas que me producen estar este estado. Mi vida no es fácil y aunque yo lo asuma no quiero que sea así y ésto me crea un conflicto interior. ¿Cómo me puedo conformar con una vida que no quiero? ¿Cómo puedo cambiarla si te siento más fuerte que a mis fuerzas?

Odio este estado en el que o tienes mucha hambre (y luego te sientes horrible por zamparte toda cosa que se te ponga por delante) o se te cierra el estomago y no eres capaz de pasar ni un sorbo de agua. 
Odio sentirme nerviosa todo el tiempo, literal, con hormigueos en el estómago.
Odio el vacío en mi estomago.
Odio el dolor que me produce la tensión en espalda/cuello.
Odio que me suden las manos.
Odio despertarme asustada.
Odio tener miedo a todo.


A veces, me encuentro bien por un tiempo y luego vuelves para recordarme que no te has ido del todo, que cuando una situación me cause nervios vas a aparecer para hacerme sentir más insegura todavía. No me ayudas, enserio me haces sentir muy chiquita aunque las cosas que me pasen me tendrían que hacer sentir la más grande.

Me prometo que te me voy a vencer,
igual que la última vez.


Lidia.







1 comentario: